Estas son fotografías que tomé a escondidas en el Monasterio de Guadalupe y San José de las Adoratrices Perpetuas que se ubica a
Esa devoción es casi incomprensible para la mayoría de nosotros, ellas abandonan sus afectos, sus bienes, sus gustos, su país, su vida por dedicarse a orar. Es impresionante estar en ese silencioso lugar y más aún cuando llega la hora en que se reúnen todas en la pequeña Capilla.
Cuando están juntas, utilizan una entonación de voz muy especial para cantar y orar, lenta y suavemente, con una fineza y dulzura indescriptibles comienza una y contestan las demás, el rito hace que las de un costado se mantengan de pie mientras las otras descansan. De pronto se puede ver que se postran para besar el suelo de la iglesia. Su devoción me impacta y me hace cuestionar mis precarias demostraciones de amor al Altísimo, me siento triste por un momento, pero también amada por Él, a pesar de mis debilidades y silencios, a pesar de mis olvidos y quebrantos, Jesús está siempre allí, esperando pacientemente a que le siga, voy con Él.
1 comentario:
Amor inconmensurable y admirable, que hermoso, grande y gratificante debe ser el llegar amar de esa forma sin prejuicios, sin miedos, sin rencores, sin egoismos, entregado sin condiciones ni peticiones....Amor inconmensurable y admirable, pero inalcansable para aquellos que vivimos de nuestro propio egoismo al amar.....
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