Hace unos días, durante la Celebración del Descubrimiento de América, sentí que nunca logro ponerme a tono con el ambiente festivo de lo que supone la felicidad de celebrar.
Año a año en mi mente el 12 de octubre es más una fecha de recuerdo que de celebración, y es mi parecer que la gran mayoría siente que aún sabiendo que tarde o temprano este continente sería descubierto y saqueado, esa fecha marca la extinción de millones de seres por causa de la expansión y la avaricia de un imperio. No puedo dejar de recordar el robo sistemático y la aniquilación de culturas milenarias.
A propósito de esto, accidentalmente hoy encontré un texto que había guardado para compartir, el que transcribo a continuación:
"Hermanos: Nuestros asientos fueron anchos y los vuestros estrechos. Ahora vosotros os habéis convertido en un gran pueblo y nosotros apenas tenemos sitio para extender nuestras mantas. Os habéis apoderado de nuestra tierra, pero no estáis satisfechos..."
Chaqueta Roja, de la nación Seneca, en 1805.
(Los Seneca se llamaban a sí mismos tshoti-nondawaga o oneniuteronron, que quiere decir gente montañesa, habitaban lo que hoy se conoce como Nueva York)