Mi hijito pequeño tiene 8 años, cursa el 3º Básico y aunque hace todo lo posible por disimular, es amoroso y sensible.
Fabián esta enojado y triste, conmigo y con la vida. No se conforma con nada, se molesta por todo, incluso con los cariños, cuando quiero abrazarlo, cuando le quiero consolar.
Normalmente se siente frustrado y no tolera que en ese momento lo quiera consolar. Su mal genio a veces lo hace perder el control y llega a decir que no quiere a nadie, a él mismo tampoco. Ha llegado a decirme que se siente feo. Cuando le respondo que está equivocado y que es bello me responde que digo eso sólo porque soy su mamá.
Pregunta insistentemente si lo amo, si creo que es un buen hijo, si estoy contenta con él. Yo le digo que es el mejor hijo del mundo, que estoy feliz con él, que es mi vida, pero es tan inseguro que tan sólo quisiera poder encontrar las palabras precisas para que él crea cuanto lo amo y lo especial que es.