martes, 19 de junio de 2012

Una palabra que inventó el amor.

Hoy, cuando todos mis abuelos han partido y ya no puedo decir que soy "nieta" de nadie, me siento triste.

Qué bella palabra es abuelo, abuelito... abuelita, y que desolación en mi alma de saber que no tengo ya a ninguno de mis abuelos.

Mi Abuelita Baldo - mamá de mi mamá fue una mujer llena de amor por su familia, de risa fácil y mil historias que contaba mientras yo la escuchaba arrobada.

Mi Abuelito Lolo - papá de mi mamá fue un hombre que gozaba de una misteriosa conexión con Cristo, tanto que en sus últimos momentos deseaba poder reunirse con Él. Mucho antes había sido un abuelo lleno de cariño y picardías hacia quienes lo adorábamos.

Mi abuelito Lucio - papá de mi papá fue un hombre exagerado en todo, reía a morir con una gracia o no se le podía hablar cuando perdía su equipo de fútbol favorito. Lo lloré tanto como a ninguno de los otros, sobre todo porque no quería irse, porque sentía que le quedaba tanto -y le quedaba porque falleció a los 67 años-. Muchos años me costó superar su partida, y no olvido cuánto lloró esa última Navidad que estuvo con nosotros, porque no había podido regalarnos nada.

Mi abuelita Alba - mamá de mi papá, se fue hace poco... su pérdida me duele tanto que trato de no pensar en ella. Cuánto reímos cuando te vi por última vez, recordando tus vestidos y tus joyas, tus risas y tus uñas rojas. Te quise tanto abuelita! la única persona con que compartí por años un intercambio epistolar que guardo como un tesoro.

Pienso que en la vida, tal vez nadie quiere vivir para siempre pero yo hubiera querido morir con ellos a mi lado.



Who wants to live for ever (Queen)

No hay comentarios:

Desigualdad

Por muchos años y al igual que muchos, me mantuve ajena a la realidad que me rodeaba y que, sumida en mis cosas no podía ver. Hoy, cuand...