martes, 17 de abril de 2012

María Alba

Mi abuelita Alba fue obligada a contraer matrimonio a los 13 años, y a los 24 ya tenía 6 hijos, a los que posteriormente se sumaron otros dos. 

Mi madre la conoció cuando estaba próxima a convertirse en su suegra y la describe como una mujer menuda pero despampanante, vestida con tacones y vestido rojo, mi abuelita era una belleza.

Yo la recuerdo siempre riendo, con muy buen humor, sabiéndose guapa y con las uñas siempre arregladas. En mi infancia era una fiesta verla porque era tan cariñosa y alegre.

Siempre vivió lejos de nosotros, primero en Chiloé, luego en Punta Arenas, más tarde en Venezuela y finalmente en Santiago, donde se encuentra ahora más cercana al cielo que nunca.

Mi abuelita está muriendo, silenciosa y dormida en una sala de Hospital. Su risa ya no alegra a los que la acompañan, su belleza marchita solo queda en el recuerdo de quienes la conocemos.



En el año 1990, cuando yo tenía 17 años, mi abuelita me regaló la posibilidad de ir a verla a Punta Arenas, la visita que se extendió por dos meses es aún inolvidable para mí, porque maduré estando lejos de mis padres y porque disfruté del incansable cariño que me prodigaron ella y su compañero, mi tío José.

Nunca he podido olvidar las tardes que pasamos juntas, ella cociendo ropa y yo acompañándola, conversando y escuchando música. Había traído de Venezuela muchos long plays con música caribeña y música country. Yo preparaba una selección de lo que más nos gustaba y disfrutábamos mucho ese momento solas.

Sin duda, nuestro favorito era John Denver, con sus canciones melodiosas y añorantes, llenas de cariño por la tierra y de amor hacia los demás. Muchos años después compré un disco que andaba trayendo en el auto, y pude disfrutarlo otra vez con ella cuando la trasladé para partir a un nuevo viaje.

Hoy te dedico esta bellísima canción querida Abuelita, la que más nos gustaba, porque eres la única que aún tengo y que no quisiera perder, aunque tal vez ya el cielo te necesite allí, con tus uñas rojas y tu pelo peinado, con tu piel blanca y tu risa cristalina como el agua, llena de picardía y de gracia.



1 comentario:

ANA CATALINA dijo...

AMIGA!! POR EXPERIENCIA PROPIA TE DIGO QUE EL AMOR DE LAS ABUELAS ES TAN GRANDE QUE AUNQUE YA NO ESTEN PRESENTES TE SEGUIRA ACOMPAÑANDO SIEMPRE. AUN EN SUEÑOS SIGUEN SIENDO TAN LINDAS Y CALIDAZ COMO EN LA INFANCIA. DESEO DE TODO CORAZON QUE DIOS NUESTRO SEÑOR PERMITA TENERLA MAS TIEMPO ENTRE USTEDES, PERO DE NO SER ASI SIN DUDA SEGUIRA CONTIGO SIEMPRE. RECIBE UN GRAN ABRAZO MIS BENDICIONES Y ORACIONES PARA TU ABUELITA PARA TI Y TODA TU FAMILIA. TQM
P.D. CREO Q TU VAS A HACER MUY BUENA ABUELITA (AUNQUE FALTE MUCHO!!)

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