martes, 8 de enero de 2008

Mi abuelita Baldo



Les presento a mi Abuelita Baldo, su nombre era María Baldomera Fontealba Díaz y nos dejó el año 1999 a los 86 años de edad.

Era una persona maravillosa, llena de historias antiguas que atesoraba y guardaba en su memoria como fotografías, con todos los detalles de sus presonajes.

No le gustaban los chicles ni los comunistas, fue una mujer muy religiosa y amorosa, sus platos eran picantes y sabrosos, y siempre que se le visitaba, tenía algo para ofrecer, aunque hubiera sido una tacita de té y pan con mermelada.

Si partida dejó un vacío grande, profundo e irreparable. Hoy sólo quisiera decirle: "Abuelita, cuénteme esa historia de ..."

Ah!!, quienes están con ella??, mis sobrinos Enriqueta y Gabriel (hijos de mi prima Nury), ella tiene 20 años y este jueves 10 de enero comenzará su preparación para transformarse en Carabinero. Mucha suerte bonita.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Quisiera agregar un comentario a la nota de mi prima... me llamo Carolina y soy una de las nietas menores de mi abuelita Baldo y puedo decir muchas cosas de ella,
Hasta los diez años de edad me arrancaba muy temprano de mi casa, a tan solo media cuadra distancia, para desayunar con ella y con mi abuelito "Lolo". Solo con ellos podía reunirse toda la familia para los cumpleaños, la Navidad y el Año Nuevo, como dice mi prima desfilando en cada fiesta muchas cosas deliciosas.
Con ellos viví momentos únicos e inolvidables, que al recordarlos no puedo dejar de sentir un poco de pena , pero me alegra haberlos aprovechado a concho , cada dia, regaloneando mucho,brindandoles compañía y sonrisas.
Pero todo se acaba, todo cambia y con su partida se fueron todos esos maravillosos momentos que solo puedo guardarlos en mi memoria, aun siento mucho amor por ellos, porque para mi fueron como dos ángeles, unos seres muy especiales... los amo mucho abuelitos. Karo

Unknown dijo...

Que lindo Beatriz lo que cuentas, al ver el rostro de tu abuelita se parece tanto a la de mi abuelita, que igual fallecio, al parecer todas llegan con ese rostro cansado, pero con esa profunda calidez al mirarnos y dispuestas a contarnos una y mil de sus hisorias y cuando creemos que su lucidez las ha dejado nos sorprenden con todos los detalles de sus narraciones y para que decir de los nombres de aquellos participantes de las historias como si lu hubiesen vivido ayer.
Felicitaciones por el recuerdo y por las vivencias junto a tu abuelita Baldo.

Desigualdad

Por muchos años y al igual que muchos, me mantuve ajena a la realidad que me rodeaba y que, sumida en mis cosas no podía ver. Hoy, cuand...