lunes, 8 de octubre de 2007

Contento


Hace poco escribí que mi hijito Fabián estaba enojado.

Cuando comenzó su tratamiento con el Dr. Méndez (Neurólogo) éste me dijo que los niños con déficit atencional tienen su autoestima dañada, ya que como no son los "mejores del curso", piensan automáticamente que son los peores. Me pidió que fuera el triple de cariñosa con él, y comencé de inmediato.

Cada día le digo que lo amo, que es lo más importante para mi, que es el mejor, le rasco la espalda, lo acaricio, le pregunto si sabe cuánto lo quiero, y me contesta que sí.

Le contradigo todo eso que decía antes, (que no es un buen hijo, que es el peor de la clase, que no es bello...) y le ha hecho muy bien, anda feliz, se levanta contento y riendose.

Todo esto en un mes, y ha sido tan fácil porque sólo tengo que decirle la verdad, que lo amo, que es guapísimo, que es inteligente y que ya no es importante para mi que sea el mejor de la clase, sino que sea el más feliz.



1 comentario:

Unknown dijo...

Tiene una carita de picaro.. que bueno que las cosas con el vayan mejor.

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