Esperé a mi primer hijo con tantas ansias porque sabía que él
llenaría los espacios vacíos de cariño que tenía, porque sabía que él conversaría
conmigo de las cosas que más me gustan, porque se interesaría por la música,
por la historia, por los libros, porque cantaríamos y nos besaríamos.
¡Cuánto soñé!, y aunque suene increíble, tal como lo deseaba
ocurrió.
Mi Rodrigo es un apasionado de la historia, de las culturas
antiguas, de los ovnis, de la música… a veces nos sentamos con mi teléfono a
escuchar cantando las canciones que más le gustan, de Queen, Kansas, Guns and
Roses, Nirvana, Richard Marx, Johnnie Cash, The Beatles… todas las que quise
mostrarle para que sus gustos fueran amplios y no sólo actuales.
El cariño de mi hijo es fuerte y tierno a la vez, su
consuelo ha sido vital en momentos de tristeza, y por las noches siento que durmiendo
cerca de mí, no nos pasará nada malo. Lo amo con todo el corazón, con toda el alma.
Hoy mientras trabajaba, hallé una canción que por muchos
años me resultó lejana, pero ahora siento que la encontré en el momento justo de
mi vida: cuando rozo los 40 y mi hijito llegará pronto a los 15.
Te la dedico con todo mi amor hijo mío: