lunes, 15 de noviembre de 2010

Una Reina



Les presento a Claudia, mi ex compañera de Instituto a quien hace un par de semanas le diagnosticaron un cáncer a los huesos en etapa avanzada.

Aquí posa junto a su hija de 14 años, momentos antes de que Javiera actuara por primera vez en el Teatro Municipal de Osorno. Los ojos de la pequeña no dejan duda de que está triste y asustada.

Hace unos días le preguntó a su padre (quien no vive con ella): "Papá, ¿con quién me voy a quedar?". Esa frase se ha clavado en el alma de todos los que las conocemos y queremos.

La gastada afirmación que manifiesta lo injusto de la vida parece vacía al estar con Claudia, quien ríe con picardía como siempre, quien a pesar de la cojera se mueve con desplante, sus manos con uñas pintadas se desplazan arreglando su pelo como si el mal no estuviera dentro de ella, como cuando la conocí hace casi 20 años. Siempre percibí que ella no se miraba al espejo porque no lo necesitaba, tan blanca, delgada y alta, era hermosa como una reina.

Hoy, cuando ya había vencido al cáncer hace unos años atras, recibe esta lapidaria noticia que de seguro le habrá hecho replantearse muchas cosas otra vez, pero ella se ve radiante y en paz, entregándonos varias lecciones en un par de horas.

Fuerza Claudia, Jesús está contigo y nosotros tras Él amandote.



viernes, 5 de noviembre de 2010

Imprescindible





"El amigo ha de ser como la sangre, que acude luego a la herida sin esperar que le llamen."

Esta frase del escritor español Francisco de Quevedo, es la que con mayor presición puede definir lo que ella es para mí, siempre está allí y tiene un sexto sentido para llamarme o buscarme cuando más la necesito. En momentos de aflicción sus palabras y sus ojos han sido el balsamo que ha curado mis heridas, y cuando estoy feliz ¿quién más que ella puede acompañar mi dicha?

A menudo le digo que la quiero, y hoy escogí esta nueva frase para el ciclo en su honor.



Desigualdad

Por muchos años y al igual que muchos, me mantuve ajena a la realidad que me rodeaba y que, sumida en mis cosas no podía ver. Hoy, cuand...